Cual melodía sórdida de un jazz melodramático, me ha dejado tu voz: el silencio.
El deseo de escucharte decir con palabras audibles ese “Te quiero” que siempre leo…
Aún me mantiene en plena ilusión.
Prometo que espero a que pierdas el miedo a decirlo bombón.
Prometo que sueño y espero cuanto sea necesario, solo por vos.
CS.