6 de diciembre de 2013

Todas las desgracias juntas

Parado en ese preciso instante, completamente detenido el tiempo. Las manos yendo hacia mi cabeza y torpemente golpeándo mi nariz, provocando que sangre como la de un niño. No sabiendo si es mentira, si es verdad que encima eso. No sabiendo si reír o llorar. Abrumado, sobrepasado, detonado. Ya no había nada más y no paraba a descansar.
El colmo de la mala suerte en vivo y en directo, el congreso universal del "¿Por qué a mi?". Parado en dos piernas cansadas, sin más brazos para remar.

Todo terminado y tan igual el mundo. Tan igual el mundo, que alentaba a terminarlo todo de una vez.
Todas las desgracias juntas, una atrás de la otra como careteando que tienen pase vip para aparecer.

Y el auto atascado en el tráfico del puente detrás mío que tenía una música de mierda a todo volumen, como si me faltara soundtrack para sufrir.

Menos mal que solo había ido para airearme la cabeza y fumarme un pucho, porque parece que en paz en esta vida, no me voy a poder ni morir.

CS.

Calculo que no hace falta que lo aclare, pero si hay algo mal escrito en esta entrada, ya saben por qué es.

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