Marina

Marina es muy libre de prejuicios pero presa desbordada de sus culpas. Juega cada tanto a la lotería, con la esperanza azarosa que mamó de algunas malas rachas cuando niña. Marina es soñadora pero mucho más, es realista. Plantada sobre la tierra como pocas a sus años y un poco menos dispuesta a volar que muchas otras.

Marina trabaja de lo que puede, estudia de lo que gusta y gusta de lo que tiene. Ansía lo que le falta y putea por muchas cosas que no debería.
Tiene el repentismo de su abuela Lily y una cualidad particular de cada una de sus tías postizas. De su tío Martin, aprendió a atacar despacio las injusticias.

Marina tiene su propio espacio, tiene sus tiempos y sus momentos. Tiene libros de antaño y también los últimos estrenos. Ama la música pero no la comparte. Canta en la ducha cuando no hay nadie.
Pintó retratos y palabras en paredes del centro y tambien dibujó hadas madrinas en un montón de cuadernos.

Marina tiene pocas, pero buenas amigas de su edad que la celebran. Aunque su debilidad melancólica en los domingos de lluvia, la obliga siempre a llamar a Uma, la mayor de sus primas.

Marina tiene sueños grandes que la impulsan y tiempos pasados que la amedrentan. Marina es hija, es sobrina, (siempre quiso ser hermana) es prima, es amiga, es poeta y supo ser huérfana.

Pero ahora tiene un padre (o lo tendría)...
Siempre y cuando este relato se cumpla.

CS.