13 de noviembre de 2015

Voluble del corazón

Me dije a mi mismo tantas veces "basta" que me aburrí. Ya me resulta innecesario hasta ponerme excusas, porque ni yo mismo me las creo. Asquerosa la forma, como ante una nueva desilusión, el modo avión en que tengo puesto el corazón, comienza a decirme una mentirita tras otra, hasta convencerme de que nunca hiciste lo que hiciste. En contra de mi propia voluntad y a favor de mi ya, fanática estupidez.

...Y sigo así, boyando a la deriva. Intentando futuros promisorios que terminan en la nada de siempre.
Truncados como es costumbre, por tu imagen en mi mente o tu repentina aparición en mi vida, que desestabilizan todas las promesas que me había hecho a mi mismo de no volver a caer en tu trampa y que me habías hecho, de dejarme en paz con mi vida.

Incontable la lista de jueguitos de mierda con los que me envicié los domingos, para no estar como un idiota viendo tu foto de perfil y escapándome del chat cuando veo que te pusiste en linea, para no mandarme una cagada. Ni hablar de las veces que pasé de largo las canciones que te dediqué, aunque las pobres nunca tuvieron la culpa.
Uno a uno, los pasitos de bebé que di estos meses, anotados como en una "lista de items a seguir para olvidarse de un forro" que casi llegan a la meta.

Toda la bronca acumulada como en una bola, en el estado optimo para ser tirada al olvido y nunca jamás volver a transmutar en este amor de mierda que no me puedo sacar del alma...

...Y te volví a ver.

CS.


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