27 de septiembre de 2019

Adicto


Me vuelvo más y más adicto con el paso de los días. 
Veo como mi cuerpo evidencia señales constantes de necesidad.
Me vuelvo adicto por la abstinencia. 
También en la abundancia asquerosa.
Sumerjo mi cuerpo en la lujuria de las aunsecias.
Apago las conexiones con el mundo real.
Luego vuelvo por momentos a este mundo para sentir de nuevo que quiero más.
Comienza la búsqueda desesperada.
No concibo la idea de vivir sin esas sensaciones.
Ya no lo puedo evitar.
Extraño y quiero a toda costa.
Consigo y desparramo todo en mi interior.
Ha llegado el momento de hacer lugar para que entre de nuevo.
Me inunda, me satisface, me completa.
Cuando no doy más de placer me freno y comienzo a contenerme las ganas.
Seguirlo sintiendo me va a matar.
Tan tremendo como simple de entender.
Tan ajeno y tan personal.
Lo dejo.
Recaigo.
Lo dejo de nuevo.
No puedo parar.
Necesito volver a volar.
Como si no existiera limite alguno, como si mi cuerpo no quisiera parar nunca más.
Como si no hubiera cielo que alcanzar, ni suelo que volver a pisar.
Lo dejo. 
Reincido.
No lo puedo dejar.

A veces tu amor.
A veces tu hastío.
No puedo parar.

CS.

No hay comentarios :