20 de octubre de 2010

Adiós no se dice dos veces

Tras dias y dias de eterna felicidad y diversión. Una madrugada llega a vos corriendo la noticia. Alborotando el ringtone de tu telefono, o tocando el timbre de tu casa, en un grito a tu ventana o quizas en una carta inesperada. Llega a vos, y te despierta: Se ha ido.

Se ha ido esa persona que tanta felicidad te daba, y a la que vos creias devolverle lo mismo.

Y es cuando el planteo diario de nuestra vida, deja de ser interesante y da su lugar al planteo de la muerte. La tragedia, la confusión, el llanto, los silencios, los remordimientos son el común manifiesto de este nuevo planteo. Son las armas que tenemos para poder sobrellevarlo, entenderlo (en lo posible) y asi volver a la normalidad.

Hay quienes se quedaran alli, sumidos en el dolor de la muerte cercana poco tiempo. Hay quienes no lo superarán nunca. Pero adios no se dice dos veces.

Cuando el momento del adiós es inminente, es preciso decirlo. Te podrás quedar peleado con la vida por horas, dias, meses: pero el adiós ya estará dicho. Si en cambio nunca te decidís a soltar ese adiós, no estarás tranquilo.

Y al volver al planteo diario que nos ofrece la vida, los recuerdos se volverán amigos de tu tiempo libre, las anecdotas serán indispensables en tus charlas, las experiencias se volveran enseñanzas. Y el tiempo solo curará las heridas.

Y el amor... Se quedará ahi por siempre.
Adios Max. Siempre te voy a recordar.
CS.

Maximiliano Ezequiel Marquez (02.10.90 - 15.10.10)