25 de julio de 2012

Conversaciones con Alexis

Hacía mucho que no venías a mi imaginación, Alexis. 
Ahora no sé si podré recordar todo lo que planeé decirte este tiempo.

Dónde te habrás escondido para que no te viera, no me interesa. Si lo que hayas visto escondida allí.
Tenés la gratitud y la displicencia, de ser poco tomada en cuenta por los radares de mi sentir. Y cuando, cada tanto, te pasa por encima el faro de mi conciencia es que me nacen las ganas de retomar esta charla que nunca nos pudimos permitir.

Te odio profundamente Alexis, cada año que pasa un poco más. Cada día que caigo en la cuenta de que cada minúscula y peculiar culpa de cada pequeño y singular problema de mi vida, me refiere a tu persona, te odio un poco más.

Puede ser que aún esté un poco resentido y es porque el mal nunca suele terminar. Pero todos los jueces y testigos de mi mundo cotidiano te pueden confirmar que te he dejado de lado todos estos años y me he dedicado a avanzar.

Ay Alexis si vieras cuanto que conseguí olvidándote. Cuanto que logré pensando en gatos muertos más alegres que tu cara. Cuanto me aferré a la vida desde que te alejé de mis ganas de cobrarme.

Y no, no te estoy agradeciendo. Mas si lo hiciera, le agradecería a tu ausencia.
Soy un hombre hecho y derecho, con algunas picarescas curvas. Soy finalmente muy parecido a lo que siempre quiero de mi mismo y tengo sueños. Duermo y tengo dulces sueños.

Perdoname mi repudiada Alexis si en este momento te obligo a encerrarte en lo más recóndito de mi inconsciente (ahí donde ni siquiera llega el aire) pero no tengo más alterntiva que soltar, el todavía, tibio cadáver de tu recuerdo en el río de mis olvidos, para volver a amarme.

Acá estamos Alexis, hablando en secreto como cuando niños. Hablando de los dañados y de los daños. 
De tu supremacía frustrada en este, mi cerebro. De mi triunfo ante tus engaños. 

Otra vez, hablando.

CS.

2 comentarios :

  1. Cuando se disfraza un sentimiento, el mayor perjudicado es el que lo disfraza y la ambivalencia de sentimientos genera frustración. Lo ideal es buscar un equilibrio entre recuerdos, sentimientos y nuestra cabeza,todo lo que reprimimos se encuentra latente haciendo fuerza por salir, pero como pasa siempre es mas fácil decirlo que llevarlo a cabo.
    un abrazo, me llevo un párrafo "Perdoname mi repudiada Alexis si en este momento te obligo a encerrarte en lo más recóndito de mi inconsciente (ahí donde ni siquiera llega el aire) pero no tengo más alterntiva que soltar, el todavía, tibio cadáver de tu recuerdo en el río de mis olvidos, para volver a amarme." Todos tenemos "un Alexis" en la mente.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siempre digo que lo bueno de escribir no reside solo en lo que uno proyecta sino también en lo que el lector intrepreta.
      Tu interpretación me sorprendió tanto a mí como a la proyección misma que quise darle al texto.
      Alexis resulta ser el alter ego del esquizofrénico relator protagonista.
      Esquizofrénico recuperado en principio. Quizás hasta el momento preciso en que tiene esta conversación imaginaria con ella que, aunque él la sienta y la tome como una despedida, no es más que una vuelta a la misma lucha contra un ser negativo e interno.
      Intenté crear y contar un círculo vicioso de (digámosle) locura.
      Gracias por compartir tu interpretación conmigo y darme tu apoyo siempre.

      CS.

      Eliminar