16 de septiembre de 2012

Instinto

Atreviéndome a mis palabras es que comienza en mis pensamientos a relatarse la idea. Me despojo de las incertidumbres que por tiempos incalculables acallaron lo que sentía. Las cadenas del silencio se rompen y, como en alas imaginarias, los sustantivos, adjetivos y verbos comienzan a hacerme volar.

Apuro el tamborileo del lápiz sobre el cuaderno y el primer párrafo absurdo no tarda en aparecer. Tacho lo que escribo. Lo vuelvo a escribir. Escribo intercalados, remates alternos. Me paro y camino para pensar. 

Oraciones se agolpan entre los márgenes. Frases sueltas juegan a cruzar impertinentes cada renglón.

Si tan solo no hubiéramos perdido la capacidad de expresar sentimientos sin pensar o de haber adquirido el miedo o la inseguridad. O aferrado a la vulnerabilidad.

Como si a las palabras pudiera ponérseles límites, como si los pensamientos apuntaran todos a la misma meta, como si los sentimientos conocieran fronteras, trato de encauzar esta revolución que siento en mi cuerpo en algo concreto, certero y real.

¿Cómo lo pienso? ¿Cómo lo digo? ¿Cómo lo escribo? Si aún no sé siquiera cómo es que lo siento. 
Porque lo siento, porque lo creo, porque lo vivo y porque por sobre todas las cosas, es contigo.

No quiero pensar en el miedo mas no me aventuro al incierto destino. Ya estoy cansado de darle vueltas al discurso que acalla al instinto. Cuando me canso, me bloqueo y me fastidio.
Llegas y caigo en la cuenta, que no es necesario el discurso mismo.

Te callo, te acerco, te miro.
Te siento, te pienso, te admiro. 
Te amo. 
Y lo digo.

CS.

Lo escribo.

2 comentarios :

  1. Increíble. Como se nota que amás las palabras, porque hacés que el lector también las termine amando.

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  2. Se torna difícil la situación cuando sentís que las palabras quieren salir pero vos mismo lo impedís porque posees la inseguridad de que al decirlo, nada vuelva a ser lo mismo. Pero te terminas dando cuenta que todo eso cambia cuando ves a la otra persona y al mirar sus ojos entendés que también lo está viviendo así.
    Me encantó esta entrada Cris, cada palabra que expresaste me llegó al corazón.

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