22 de diciembre de 2014

Día del solsticio

Hoy se supone que empezó el verano, pero la verdad es que hizo un frío de cagarse.
Si hasta tirité cuando fui a la terraza a fumarme un pucho tipo 6 de la tarde, para erradicar viendo un poco el sol, mi enojo habitual con el domingo.

Tuve un par de buenas noticias como para tener con qué arrancar la semana y hasta tuve algún que otro bajón de onda como para que la vida no dejara de parecer la vida. Aunque en realidad fueron pelotudeces si me las pongo a analizar. ¿Se acuerdan cuando analizaba todas las pavadas que me ocurrían? Costumbre descartada.
Bueno, en fin, a lo que venía...

Este año, según lo que leí al pasar en una noticia de internet (puede que esto no sea así) el solsticio de verano llegó en fecha. Y no es por creerme el centro del mundo, pero lo quise tomar como una señal del destino de que si, al fin mi vida se puso en orden.
Tengo una rutina organizada, tengo responsabilidades a las que atiendo con esmero, tengo mis momentos de ocio para disfrutar y también, vaya que me estoy divirtiendo.
Estoy disfrutando de más sonrisas que en otros tiempos y obviamente, no soy del todo un crédulo optimista, estoy atento al palo que la suerte me pueda llegar a dar en cualquier momento, pero mucho más entero y confiado. Conocí tanta gente linda este año y profundicé con tanta otra gente más linda aun, que estoy contento.

Llega la época de los brindis y los deseos, de los balances y cierres, de valorar los aprendizajes y de olvidar lo tremendo (que este año hubo y bastante) y tengo motivos para agradecer y ganas de pedir más.
Ojo, me mantengo siendo una persona sumamente ajena a toda religión y sentimiento de fé, pero quiero reconocer el mérito de que llegué al punto en que puedo decir que me merezco lo que tengo y también lo que deseo. 
No me siento menos que aquello que sueño y no sueño más allá de lo que puedo obtener. Y desde ya, valoro la chance, de poder sentirme así.

Espero que se mantenga la buena racha y sobre todo, que se mantengan conmigo todos los que quiero para poder disfrutarlo en serio.

Levanto mi copa imaginaria y ya saben como es el resto.
Nos estamos leyendo.

CS.

A mi vieja y a mi hermano que la lucharon conmigo más que nadie, un gracias más grande y más especial.

No hay comentarios :