28 de enero de 2012

Todas las razones que compartiremos de ahora en más

Justo aquí donde las palabras están atravesando nuestras barricadas de ironía e impactando como proyectiles, directo en nuestro más impúdico e indefenso niño interior, resguardado allí en la sana ilusión de nuestro machacado corazón, es donde nos conocimos.

Aquí donde ahora, este improperio que te expreso, es menor que ese insulto que me propinas, que es mucho más chico que la mirada desenfadada y soberbia con la que te responderé. Aquí donde todo no es más que una guerra donde el orgullo propio nos tapó completamente la visual de cada momento, sentimiento, objeto y situación que construimos los dos.
Aquí nos conocimos.

Aqui y ahora me he quedado callado un instante, dejando al descubierto las fallas (que no notaba al gritar) de tu discurso y no así para darte la atención que quieres conseguir gritando más fuerte que yo, sino para mirar alrededor.
Nuestros hijos nos están viendo ¿Cuando fué que descuidamos eso también? ¿Cuando pasaron a importar menos que nuestra posesión de la razón?
Tu corazón y el mío están viendo como nos destrozamos los cerebros, el uno al otro. Tu cerebro y el mío no conciernen en la cuenta de que no son solo dos los corazones que se están rompiendo.

Voy a esperar a que calles, para decirte que desisto. Desisto de este plano de guerra.
Desisto de este plan de batalla sin estrategias. Desisto de vivir así, pero no me pienso rendir.

Aún siento a tu corazón gritando en cada una de esas palabras que salen de tu boca para atravesarme la estabilidad, que me amas y que ya no soportas este dolor que te causo no siendo alguien mejor.

Cállate para preguntarte y esta vez en serio:
¿Me amas? ¿Me perdonas? ¿Me das otra oportunidad?
Cálla para que pueda prometerte de corazón, no volverte a fallar.
Calla y aprende como yo, que recién aquí junto a tí, he aprendido a escuchar.
CS.

3 comentarios :

  1. La musicalidad de las palabras, el recurso de las mismas y la forma de redactar hacen que el lector pueda tener un viaje literario máximo cargado de todas las emociones que plasmás en cada renglón.

    "Calla y aprende como yo, que recién aquí junto a tí, he aprendido a escuchar"

    Para poner en la heladera, con un imán y calendario de perritos. Te felicito, me gustó.

    Un abrazo

    Nicocav.

    ResponderEliminar
  2. No hace falta decirte que esto me hizo acordar a mis primero años de vida ¿no? Mientras leía pude ver casi perfectamente a mi mamá llorando por los rincones, tirada en el piso sin ganas de comer, rezando para que mi papá vuelva. Fuerte.
    Por suerte este escrito tiene un final feliz.. abierto, pero feliz. Me gusta imaginar que los protagonistas aceptan sus errores y vuelven para estar juntos "hasta que la muerte los separe". Una enamorada sin remedio.
    El amor es infinito y, aunque quieran convencernos de lo contrario, es eterno. No se olvida, no se termina. El corazón no deja de sentir porque sí, la piel no deja de erizarse de un día para el otro. Ese nombre, ese beso, esos momentos siempre nos van a dar vuelta el cerebro hasta dejarnos anestesiados.
    Pero todo esto es imposible sin entendimiento, amor sin comprensión... difícil de entender. Paradójico ¿no?
    Me encantó.

    ResponderEliminar
  3. "¿Me amas? ¿Me perdonas? ¿Me das otra oportunidad?" Tres frases que espero escuchar pronto... y que hace un buen tiempo rondan mi cabeza. Creo en el amor para toda la vida (sí, soy de este planeta por si alguien duda) y en que debemos dar una oportunidad (aunque sea una) a quien amamos... ¿quién no se ha equivocado alguna vez? ¿Quién no sintió en el acto de perdonar el sabor que eso significa? Aún siento en mi corazón a la persona que amé, amo y amaré toda mi vida... Ojalá llegara hasta esta publicación, la leyera y por un momento callara y escuchara nuestros corazones latir a la vez.

    DV.

    ResponderEliminar