Espera

Con la inmensidad de tu pequeñez nos despojas de todas nuestras soledades.
Son revoluciones tus vaivenes en el vientre.
Tus primeros juguetes, nuestras ansiedades.

Ya soñé tus manitos sobre las mías y fui más allá y te llevaba de la mano. Ya imaginé vestidos de flores, rayados y a lunares. Y ninguna fantasía fue en vano.

Tus piecitos apretándose en mi cara y mi barba haciéndoles cosquillas. Mis problemas volviéndose absurdos con solo ver esa sonrisa.

Ya miré las plazas y los parques con otros ojos, ya me inquieté por tus antojos. También le puse tu imagen a varias canciones y tu nombre a nuevas emociones.

Ya sumé todos estos silencios durante la espera, para comprobar si tu voz, el resultado de todos estos fuera. Taché por anticipado en el calendario los supuestos días que nos alejan y dejé el resto en blanco, para que me sorprendas.

Ya te acaricié, te hablé, te abracé, te canté, te sentí, te besé. Solo falta que nazcas para que tenerte yo pueda.

Ya te amé sin conocerte. Y es el amor más hermoso que jamás sintiera.

CS.